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Un estudio demuestra que el plomo de la munición de caza no daña el medio ambiente

Un reciente estudio sobre los perdigones de plomo en el medio terrestre sienta las bases de trabajo que pueden acabar con la polémica que ha acompañado en los últimos años el uso de este metal para la caza.

Reproducimos el artículo de la FSA sobre el perdigón de plomo publicado por cabeceras del Grupo Vocento en Andalucía. 

A lo largo de las últimas décadas y principalmente durante los últimos cinco años, la preocupación en torno al empleo de munición de plomo para la caza ha ido en constante crecimiento. Esta preocupación ha sido el objeto de varios artículos científicos e informes publicados. Destaca el estudio publicado en agosto de 2018 por la Agencia
Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) donde se expone la necesidad de adoptar medidas, al objeto de regular el uso de municiones de plomo, tanto en humedales como en ambientes terrestres.

La Federación Sectorial Española de Armas y Municiones (FSA), consciente de la situación y de la creciente alarma social provocada, en ocasiones sin base científica, decide en el año 2016 comenzar un estudio bajo el título «Incidencia y repercusión sobre las aves cinegéticas no acuáticas por aporte de perdigones de plomo al medio terrestre», además de por los motivos citados, para intentar dar respuesta al vacío científico recogido por numerosos investigadores que reiteraban en sus artículos la necesidad de conocer con mayor detalle la incidencia de la munición de plomo en las aves no rapaces en el medio terrestre.

Sin ningún tipo de ayuda económica por parte del Ministerio pese contar con el apoyo de más de 30 entidades de referencia, entre ellas de la Subdirección General de Silvicultura y Montes del MAPAMA, la Federación Andaluza de Caza, junto a la mayoría de las federaciones, las direcciones generales de medio ambiente, o equivalentes, de varias comunes autónomas o del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (CSIC-UCLMJCCM), finalmente el estudio «Incidencia y repercsión sobre las aves cinegéticas no acuáticas por aporte de perdigones de plomo al medio terrestre» se materializó siendo presentado en Madrid el 13 de junio de 2019 en la sede de ASAJA, ante más de 50 asistentes de las administraciones públicas, del sector cinegético e industrial y de los medios de comunicación, poniendo de relieve que se trata del mayor trabajo desarrollado en el medio terrestre por tipo de especies, número de muestras y análisis de órganos y tejidos, de los pocos estudios que han sido realizados en España y siendo uno de los primeros estudios a nivel mundial.

La FSA ha contado con profesionales de las Universidades de Valencia y Murcia, así como consultores privados, que han alcanzado los objetivos de analizar un total de 530 ejemplares de aves, de siete especies diferentes, capturados en nueve provincias de seis comunidades autónomas diferentes.

Para la realización del trabajo, la FSA ha contado con profesionales de la Universidad Politécnica de Valencia, de la Universidad de Murcia y consultores privados que han alcanzado los objetivos de muestrear y analizar un total de 530 ejemplares, de siete especies diferentes, capturados o sacrificados con cinco métodos distintos, en nueve provincias de seis comunidades autónomas, analizando buches, mollejas, intestinos y concentraciones de plomo en tejidos (hígado y en su caso riñón).

El estudio, que cuenta con múltiples variables y datos recogidos, posibilita una mayor y mejor comprensión de los resultados, cuestión trascendental a la hora de las interpretaciones, como ejemplo cuenta con más de 6.000 fotografías.

Perdices rojas (219), perdices morunas (13), codornices (31), palomas torces (107), palomas bravías (99), palomas zuritas (30) y tórtolas europeas (31) han sido capturadas en base a su condición de ser especies cinegéticas granívoras que precisaran gastrolitos en su alimentación. La mayoría de las capturas se han obtenido
por disparo con munición de plomo (444), siendo el resto de métodos de captura la trampa de red (30), la inyección letal (26), la cetrería (24) y el aire comprimido (6).

Se ha analizado el buche de 219 perdices rojas para medir la exposición real al plomo.

Se ha valorado la intensidad de caza en la selección de las zonas de muestreo así como la proximidad a zonas fuertemente antropizadas al objeto de comprobar si la contaminación ambiental tendría reflejo tisular en los ejemplares muestreados.

El estudio demuestra la posibilidad de que las aves estén expuestas a otras fuentes de plomo, y no solo a los perdigones de caza

Los resultados obtenidos indican que la concentración de plomo hepático es muy baja en las aves cinegéticas estudiadas y si hablamos de poblaciones, la población estudiada está al mismo nivel que otras especies animales. De hecho, esta concentración es 10 veces inferior a la concentración umbral de exposición ambiental descrita como más restrictiva.

En el estudio se demuestra que se debe tener en consideración la posibilidad de que las aves estén expuestas a diversas fuentes de plomo, y no sólo a los perdigones. Las cifras arrojan que el porcentaje de aves con probable ingesta de perdigones del medio y repercusión tisular es baja (3,0-3,8%), por debajo de los resultados
obtenidos por otros autores en sus estudios realizados con un menor número de muestras. Un hecho de especial importancia al que se ha llegado con el presente estudio es que el uso de munición de plomo en el muestreo ha dificultado la interpretación de los resultados obtenidos, lo cual ha de tenerse en cuenta en todo tipo
de estudios que se hayan efectuado bajo las mismas condiciones.

La Federación Sectorial Española de Armas y Municiones comprometida con la percepción social que el empleo de munición de plomo en el medio terrestre está teniendo y ante la necesidad de continuar con una línea de investigación ambiental donde paso a paso se está demostrando que el perdigón de plomo empleado por los cazadores tiene nula repercusión en las poblaciones cinegéticas, continuará con un nuevo estudio en el que el muestreo se efectúe con munición de acero para ayudar a comprender mejor la exposición al plomo en aves cinegéticas.

 

Pedro Morrás, Gerente de la FSA.

Investigador analizando el contenido de la molleja de un ave como parte del estudio científico impulsado por la Federación Sectorial Armera.

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